viernes, 3 de octubre de 2008

Otra anécdota.

Me acabo de acordar de otra cosa que me paso,

un día le estoy explicando a un paciente que se iba a operar al día siguiente que para ir al quirófano se tenía que quitar todas las cosas, como pendientes, reloj, ropa interior, etc,
y va y me dice "pero es que tengo una prótesis... y eso como lo puedo quitar..." aguantandome las ganas de reirme le explique todo lo seria que pude que evidentemente la prótesis de cadera no tenía que quitarla, porque no se puede quitar,
mientras me la estaba imaginando abriendose en canal la patuquina pa sacarse la prótesis... cuando sali de la habitación iba riendome yo sola por el pasillo...

la verdad es que los nervios son de lo más traicionero...